jueves, 3 de marzo de 2011

EL ESPÍRITU DEL ÉXTASIS

Ch. R. Sykes: El Espíritu del Éxtasis. Versión en Rolls Royce de 1985. Museo Automovilístico de Málaga.
El Espíritu del Éxtasis es el nombre del mascarón de proa (prefiero este nombre a mascota de automóvil) que identifica al automóvil más prestigiado del mundo, el Rolls Royce, desde hace un sigo. La apertura del Museo Automovilístico de Málaga, con seis unidades entre sus fondos, nos ha permitido ver con detalle esta graciosa figurilla, convertida en emblema de la marca.
La pieza es obra de Charles Robinson Sykes (1875-1950) escultor inglés que a principios del siglo XX hacía trabajos como ilustrador de catálogos de la marca Rolls Royce y para la revista The Car Illustrated. En estos primeros años tiempos del automóvil se puso de moda decorar los modelos más lujosos con figuras semejantes a los mascarones de proa que llevaban los ya desaparecidos grandes veleros (el tuneado actual de automóviles sería la última manifestación de este deseo de personalizar las máquinas de uso personal) que se instalaban en el tapón del radiador, y cuando este adquirió funcionalidades técnicas más específicas, en el frente del capó o encima de la calandra. En 1910, el editor de The Car Illustrated y amigo de Sykes, John Walter Edward Scott-Montagu le hace el encargo de una figura que personalice su nuevo Rolls Royce Silver Ghost. Hay que señalar que la marca RR aún no incluía mascarón en sus modelos.

Ch. R. Sykes: El susurro, 1910.  
  Ante el encargo de Lord Montagu, e intuyo que con su consentimiento, Charles Sykes optó por realizar una figura que resumía muchos de los intereses vitales de su amigo, a la sazón amante de su secretaria, Eleanor Velasco, desde 1902, y casado con Lady Cecil Victoria Constance por razones sociales. Sykes hizo una figura de cuerpo entero (foto nº 2) inspirada en la de Eleanor Velasco, que conjuntaba el destino de la pieza (con un vestido a modo de gran mantón de seda ceñido el cuerpo por la acción del viento), el presente de los protagonistas (la figura se lleva la mano a la boca solicitando el mantenimiento de la discreción) y un estilo artístico propio de las clases acomodadas más liberales como era el modernismo-decó. La figura fue denominada El susurro.

Ch. R. Sykes: El Espíritu del Éxtasis. Versión en Rolls Royce Silver Ghost, 1919. Museo Automovilístico de Málaga.
  Poco después, otros usuarios de Rolls Royce, comenzaron a solicitar piezas similares a la de Lord Montagu, y, lo que es peor, a ponerlas por su cuenta demostrando en ocasiones un gusto muy dudoso. El entonces director de Rolls Royce, Claude Johnson, encargó a Charles Sykes una pieza para incluirla como extra en los vehículos y satisfacer la demanda de sus clientes. Sykes aceptó el encargo y las condiciones (transmitir "el espíritu Rolls-Royce, a saber, velocidad con silencio, ausencia de vibraciones, la misteriosa conjunción de una gran energía con un bello organismo viviente de suprema armonía...") e incluso la insinuación de que se pareciera a la Victoria de Samotracia. Sin embargo Sykes no siguió esta insinuación al pie de la letra y prefirió desarrollar la figura de Eleanor Velasco que había utilizado para El susurro. Siguió con el tema de los “paños mojados” y el cuerpo femenino como proa que corta el viento dejando tras de sí inmensos pliegues de tela, convertidos en verdaderas alas de mariposa (otro tema modernista-decó) que recuerdan la Niké por el esquema compositivo pero se alejan irremediablemente de ella por el tratamiento frágil, curvilíneo, y adaptado de la figura. En la visión frontal también se aleja del modelo del Louvre y solo en la versión de 1985 (ya adaptada por los responsables de la marca y no por Sykes fallecido en 1950, foto 7) hay un cierto parecido a pesar de la desproporcionada cabeza.

Ch. R. Sykes: El Espíritu del Éxtasis (de rodillas). Versión en Rolls Royce Phanton III 1936. Museo Automovilístico de Málaga.
  Charles Robinson Sykes primero denominó a su figura El Espíritu de la Velocidad y más tarde El Espíritu del Éxtasis ("Una elegante y pequeña diosa, el Espíritu del Éxtasis, que ha elegido el viaje por la carretera como su delicia suprema y se asentó en la proa de un Rolls-Royce para revelar la frescura del aire y el sonido musical de sus revoloteantes vestimentas"). Fue adoptado como emblema de la marca en febrero de 1911 ofertándose como extra hasta 1920, año en el que ya se incluía de serie porque ningún cliente quería prescindir de semejante adorno.
Por necesidades técnicas, mejoras de seguridad, visibilidad y adaptación a la aerodinámica, y a las distintas carrocerías de Rolls Royce El Espíritu del Éxtasis ha tenido diferentes versiones: una  arrodillada y otras más pequeñas. Algunas que se encuentran en el Museo Automovilístico de Málaga se muestran en las fotografías.

Ch. R. Sykes: El Espíritu del Éxtasis. Visión frontal. Versiones en Rolls Royce de 1936 y de 1985. Museo Automovilístico de Málaga.

La imagen de El susurro ha sido tomada de http://blog.szauto.es/category/otros/

2 comentarios:

  1. Me ha encantado conocer de cerca la historia del "Espíritu del Extasis" para Roll Royce. Es inevitable pensar en nuestra "Vicky" y, sobre todo, en todas las manifestaciones artísticas que han inspirado e inspira el amor a una mujer: Desde el Taj Majal hasta el recientemente inaugurado Museo Soumaya.
    Un beso

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  2. Ana C "Sbrnísma"6 de marzo de 2011, 11:03

    Pensemos un mascarón de proa para el "Lara's Ship". Podemos hacer nuestros pequeños plagios en plastilinas, aunque me temo que no serán tan precisos con "El espíritu del éxtasis".

    Besos

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