miércoles, 19 de septiembre de 2012

ABRIMOS EN VERANO

Capitel doble con decoración vegetal. Muro sur del presbiterio. Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia).
Abrimos en verano, en Semana Santa, y, creo, en el período vacacional que corresponda, es un programa de apertura de monumentos que patrocina la Junta de Castilla y León en el territorio de su competencia. El programa se basa en el principio de que algún vecino del lugar asume la obligación de enseñar el monumento a cualesquiera visitantes que se puedan acercar por la población. De esta manera cada ermita, iglesia parroquial, convento abandonado y cualquier otro monumento de tierras castellano-leonesas tiene su portero, su guía, su cuidador, y su vigilante permanente.
La guardesa en el interior de la ermita de Sta Cecilia. Vallespinoso de Aguilar.
Para hacerse una idea ajustada el lector debe tener en cuenta de que hablamos de poblaciones con menos vecinos que los que hay en mi comunidad de la ciudad. Poblaciones como Vallespinoso de Aguilar cuya ermita de Santa Cecilia ilustra estas palabras, Respenda de Aguilar, Barrio de Santa María, Rebanal de las Llantas, Colmenares de Ojeda y otros muchos, son pueblos de la provincia de Palencia que he visitado este verano para buscar la obra artística en su entorno y en las que sus habitantes se cuentan con los dedos de muy pocas manos. Son tan pequeños que en muchos casos no hay bares, ni ningún servicio hostelero. La despoblación es el gran problema de muchas zonas rurales de España. La ausencia de servicios no facilita el acercamiento de visitantes. Parecería que el lugar está abandonado y que todo el mundo se ha olvidado de aquella maravillosa, pila bautismal que le cristianizó en el pueblo sus padres, de los capiteles que organizaron su primera historieta o del lugar donde se reunían con motivo de fiestas y conmemoraciones.
Sansón desquijarando al león. Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia).
Sin embargo los monumentos están a disposición de todo el que los quiera visitar. En la puerta de la iglesia alguien estará esperando nuestra llegada, o tendremos noticias de un número de teléfono donde poder llamar para que nos abran. En todos los casos alguien se presenta en menos de cinco minutos aunque haya dejado la comida a medio hacer o posponga por una hora la partida que estaba jugando en casa de un vecino. A veces lo que no espera es la dirección de la persona encargada. En su casa dejará las tareas para atendernos. En otras ocasiones, preguntando por el encargado a algún paseante la llamada va recorriendo de boca en boca, por los pocos habitantes hasta llegar a algún lugar donde alguien coge una llave y atiende al viajero casi de inmediato. Siempre me han atendido con diligencia y entusiasmo. Yo quiero reconocerlo de forma pública en estas líneas.
Grifos afrointados. Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia).
Una vez en la iglesia (este verano lo he dedicado a contemplar ejemplos del románico del norte de la provincia de Palencia casi siempre en ermitas e iglesias parroquiales) mis diligentes porteros se convierten en documentados guías. Quizás solo sepan de su monumento pero se lo saben casi todo. Aún recuerdo la descripción de los herrajes de la puerta de la Ermita de Santa Eulalia, en Barrio de Santa María. Embelesado con la descripción no tomé las notas necesarias pensando que la bibliografía me volvería a llevar al texto que sirvió de base a la explicación. No lo he encontrado por lo que volveré otra vez al lugar convenientemente equipado con una grabadora de audio. Algo parecido me pasó en Matalbaniega* donde la guardesa hacía comparaciones razonadas (la parte memorística ya la había abandonado) entre los canecillos de su ermita de San Martín y de otros de la zona de La Ojeda.
Las tres Marías ante el sepulcro de Cristo. Portada de la ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar. Palencia.
Uno de los grandes alicientes es la posibilidad de hacer fotografías. En esta ocasión no olvidé llevar un trípode muy estable, por tanto grande, y con tranquilidad capté cuanto detalle se me antojó. No había más restricciones que las propias de la toma de vistas de objetos artísticos: las derivadas de la intensidad de la luz. En solo dos ocasiones encontré pinturas románicas que fotografiar. En la primera, en Barrio de Santa María la guardesa tenía siempre la puerta muy entornada para conseguir una iluminación mínima, lo justo para visualizar la decoración pictórica. Otros visitantes intentaron abrir las hojas de la entrada para hacer fotos sin flash, como ella recordaba la cada vez que entraba un viajero, pero fue una batalla siempre ganada para la conservación. En otro pueblo Matamorisca*, también con pinturas en las paredes, el hombre que nos acompañaba al ver que yo usaba trípode solo se ocupaba de las explicaciones. Pero en un momento dado presioné de forma inconsciente el botón que levanta el flash de la cámara. No sé si llegó antes el final del recorrido del flash o la palabra NO a mis oídos a la vez que el hombre se interponía entre la cámara y el fresco. Los guardeses sabían muy bien su trabajo
Exterior. Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia).

Por todo ello y más que comentaré en las próximas entradas, mi reconocimiento y mis gracias. Ver el arte en los museos está muy bien, pero verlo en su entorno está mejor, mucho mejor, aunque a veces no se vea con el detalle que permite la proximidad y la iluminación exquisita. ¿O es que el fútbol se ve mejor en la tele que en el campo?
*Los nombres de Matajudios, Matalbaniega, Matamorisca hacen referencia a un lugar en alto o mota donde se dieron agrupaciones poblacionales de judíos, lebaniegos o moriscos.

1 comentario:

  1. Me encantaría poder visitar esos lugares para poder contemplar las obras de arte en su propio entorno, porque, como ha comentado Isidoro Coloma, es la mejor forma de ver arte. Muchas gracias por este documento gráfico y visual que nos ha dejado en este blog. Algún día mis ocupaciones por fin me dejarán tiempo libre para realizar muchos de los proyectos que tengo en mente, hasta entonces me iré conformando con todo lo que llegue a mis manos y a mis ojos relacionado con el arte, por ejemplo este blog.

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