martes, 8 de febrero de 2011

EL MUSEO NUEVO DE BERLÍN.

Slüter, Friedrich August. Museo Nuevo y urbanización del Santuario de las Artes y las Ciencias con la fachada de la Antigua Galería Nacional. Nótese la diferencia de los cuerpos suroeste y nordeste (reconstrucciones de Cipperfield).
  Una de las apuestas más importantes de las autoridades berlinesas en el recorrido de convertir a Berlín, otra vez, en la gran capital alemana y por añadidura europea ha sido la recuperación y actualización de sus joyas arquitectónicas y entidades culturales ya relevantes en tiempos pasados. Se comenzó con la Alte Nationalgalerie y se continuó por el Bode-Museum. En octubre de 2009 se reinauguró el Museo Nuevo. Aún se seguirá con labores de modernización y rehabilitación con el Pergamon Museum en la mítica Isla de los Museos declarada en 1999 Patrimonio de la Humanidad.
El Museo Nuevo (1843-59), obra de Friedrich August Stüler, fue concebido como un elemento de expansión del museo construido por Schinkel (a partir de entonces Altes Museum) en el proyecto de Santuario de las Artes y las Ciencias  que el propio Stüler proyecta por deseo de Federico Guillermo IV. En este proyecto de santuario se incluirá la construcción de la Galería Nacional (hoy ya Alte Pinacoteke) de Johann Heinrich Strack entre 1866-76. El conjunto, esta Atenas del Spree, se sitúa en la Isla de los Museos, con la catedral al este, la universidad al oeste y el palacio real al sur: ¡toda una concepción de los poderes del Estado!

Vista del ala noroeste (junto al Pergameun) del Museo Nuevo en 1992. Ya han comenzado las obras de limpieza y recuperación. A la vista la pared interior del patio egipcio.

Stüler, F.A.; Chipperfiel, D.; Harrap, J. Patio griego en 2010. Museo Nuevo.

Stüler desarrolla el edificio con un planteamiento museográfico de divulgación organizando circuitos de visitas alrededor de dos patios (griego y egipcio) con decoraciones ambientales y simbólicas en muchas de las salas. El museo tomaba la condición de máquina de exponer y de convencer.
Durante la II Guerra Mundial el edificio sufre grandes desperfectos que no se van a reparar hasta la caída del Muro de Berlín tras la cual se plantea su recuperación arquitectónica y funcional.
Recuperar un edificio, restaurar un edificio, intervenir en un edificio es entendido de muy diferentes maneras. Si además pretendemos dedicarlo a cualquier función actualizada siempre se plantea el dilema que ya mencionara Aurora León refiriéndose a los museos: o recuperas el edificio y no puedes incluir un museo moderno, o incluyes el museo y destruyes el edificio Ante esta disyuntiva las respuestas más comunes son las siguientes:
 

Stüler, F.A.; Chipperfiel, D.; Harrap, J. Patio egipcio en 2010. Museo Nuevo.
  1º Falso histórico. Se arrasa el edificio antiguo degradado y se reconstruye siguiendo planos, fotografías y todo tipo de documentación, pero incluyendo las conducciones, disposiciones, espacios y sustentaciones necesarios para el nuevo museo. Lo que importa es que se parezca a como son, o podrían ser, los edificios de época. Es lo que se denomina un falso histórico. Satisface a quien confunde autenticidad y documento con parecido y fotocopia.

2º Recuperación pantalla. Se vacía el edificio conservando solo las fachadas. En su interior se construye un edifico totalmente nuevo adaptado a los huecos de la fachada preexistente. Se utiliza mucho para mantener la antigua imagen de una calle o una plaza históricas.
3º Actuación directa con nueva construcción. Edificio moderno completo o en alguna de sus partes ya sea esta la cúpula, la entrada, algún ala por recordar actuaciones de este tipo en el mismo Berlín.
4º Reconstrucción historicista. Por ella se reconstruye las partes perdidas siguiendo los parámetros de las partes conservadas. Ante la ausencia de partes conservadas similares se acude a la documentación. El final del proceso es un edifico unitario en el que no se discriminan las partes originales de las reconstrucciones. Este sistema se utilizaba con profusión a mediados del siglo XX.
5º Reconstrucción purista. Supone conservar todas las partes originales sin mayor actuación que las necesarias para su asentamiento y reconstruir las partes perdidas siguiendo lo conservado y toda la información técnica de que se disponga, pero sin intentar, en ningún momento, confundirse con las partes originales conservadas

Stüler, F.A.; Chipperfiel, D.; Harrap, J. Sala de Roma en 2010. Museo Nuevo. En la parte superior de los muros Vistas de Roma realizadas por Eduard Pape ilustran y acompañan a los piezas expuestas en este lugar.

Este último sistema lo han adoptado David Chipperfield y Julian Harrap en la recuperación-restauración del Museo Nuevo de Berlín con la finura que se puede comprobar en las fotografías. A veces el edificio de Stüler se comporta como una ruina histórica que recuerda las que se construían en los jardines románticos. Y así es porque en 2011 ya nos movemos por el edificio de Chipperfiel y Harrap. El edificio de Stüler, como el resto de objetos patrimoniales del Museo Nuevo ha sido reconstextualizado y ha tomado el doble contexto (de Stüler y de Chipperfiel-Harrap) que rodea a todo objeto bien musealizado.
 

martes, 1 de febrero de 2011

LE FELICITO Sra BARONESA THYSSEN-BORNEMISZA

Bandera de la Revolución francesa. Museo de Historia Alemán. Berlín.  A su sombra nació el concepto de Museo como entidad gestora de objetos patrimoniales al servicio de los ciudadanos.

Estimada Sra.: acabo de enterarme de que la Academia de Bellas Artes de San Telmo de la ciudad de Málaga le va a nombrar académica de honor. No quiero dejar pasar la ocasión y manifestarle mi admiración por una serie de aciertos que Vd. ha propiciado, realizado, y que le enumero a continuación.
1º Le felicito por conseguir que gran parte de la opinión pública española siga pensando que el Museo Thyssen-Bornemisza está ligado a su propiedad y competencia e incluso que su existencia se deba a un acto de gracia del matrimonio Thyssen-Bornemisza. Todos los años debo recordar a mis alumnos que la colección Thyssen llegó a Madrid en régimen de alquiler por nueve años y medio (al décimo año y un día de estancia cada uno de los cuadros entraría a formar parte del Patrimonio Histórico Español adquiriendo con ello la calificación de inexportable). También les recuerdo que a mitad de ese período de alquiler la colección fue comprada por el Estado español y automáticamente pasó a ser propiedad de todos los españoles, Vd. y yo entre ellos.
2º Le felicito por aprovechar las experiencias de la vida e introducirse en el mundo del coleccionismo y formar su colección personal de objetos artísticos. Le felicito aún más por haber sabido unir la indiscutible calidad de los múltiples objetos del Museo Thyssen-Bornemisza, propiedad del Estado español, con su colección particular y pretender con ello el traspaso de prestigio entre uno y otra. Toda reunión, organización, catalogación, puesta en valor y difusión de objetos susceptibles de ser catalogados patrimoniales es encomiable y más por alguien que, como es mi caso, tiene en esas funciones su oficio.
3º Le felicito por saber explotar adecuadamente su patrimonio personal y ser un ejemplo de industria cultural. Una parte de su colección particular está en el mercado del uso y consumo del arte de la ciudad de Málaga en régimen de préstamo por quince años. Por ahora desconozco si lo prestado son los objetos y sus derechos de imagen y explotación o solo los objetos.
4º Le felicito porque en su andadura de los próximos quince años, la colección  dispone de un edificio, inventado a imitación de un antiguo palacio, sufragado con el erario público de la ciudad de Málaga, cuyo mantenimiento también correrá a cargo de las arcas públicas.
5º Le felicito porque a cargo del mismo erario público malagueño ha conseguido que todo el personal técnico del mismo sea exterior a la ciudad y parece que a la autonomía. Hay que reconocerle que la relación de méritos y experiencias solicitados en las convocatorias de puestos de trabajo presenta unas combinatorias originales y en algunos casos imprevisibles. Yo sé que en su puesto de responsable de una industria cultural privada no tiene que adaptarse a los estándares de los servicios culturales públicos de nuestro entorno y ha ejercido ese derecho.
6º Le felicito porque ha conseguido adelantarse a la apertura del Museo de Málaga, referente indiscutible de la pintura costumbrista del siglo XIX de vuestra ciudad, inaccesible al público general desde hace dieciocho años.
7º Le felicito, en último término y como resumen de todo lo anterior, porque ha conseguido poner el dinero público de los malagueños al servicio de su empresa cultural particular. Los organismos políticos y administrativos no tendrán que preocuparse hasta dentro de quince años cuando se retire la colección o se plantee una oferta de compraventa. Tampoco tendrán que hacerlo cuando las piezas vayan rotando en su exposición y una vez conocidas, estudiadas y revalorizadas salgan al mercado público del arte donde puedan ser adquiridas. Siempre habrá otra que la sustituya e inicie el proceso de revalorización.
Le felicito Sra. Baronesa Thyssen-Bornemisza. A mis autoridades político-administrativo-culturales relacionadas con el museo que llevará su nombre, no.