miércoles, 20 de octubre de 2010

Otros PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS

Muchachos jugando al fútbol pasada la tormenta. Marruecos. 2006.
 Premio Príncipe de Asturias de los Deportes: Selección española de fútbol.
Un recuerdo a los deportistas aficionados practicantes del deporte para ser más altos, más fuertes, llegar más lejos, ser mejores en suma. Los profesionales hacen su trabajo, se les paga por ello y no poco. Los de la selección de fútbol han concluido su trabajo de forma completa y satisfactoria en solo tres ocasiones después de 90 años. Creo que el esfuerzo está muy mal medido cuando se comparan actividades.
Puntas de flecha de una excavación malagueña. 2003.
Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales: Equipo arqueológico de los Guerreros de Xi’an.
 El azar volvió a sonreir al arqueólogo. Toda la vida desarrollando una labor sistemática y concienzuda, analizando textos, reconstruyendo poblados, indagando situaciones de tumbas y santuarios, extrayendo pequeños objetos muy comunes pero que informan de muchas circunstancias. Al final, en el mejor de los casos, un artículo en una revista universitaria. Y así 40 años de trabajo.
Pero en una ocasión se da un hallazgo fortuito y aparece el hallazgo extraordinario. ¿Es edificante premiar al azar?
SERRA, Richard. Igual-Paralelo Guernica-Bengasi. 2009 (reconstrucción de una pieza de 1986 desaparecida).
Premio Príncipe de Asturias de las Artes: Richard Serra
38 toneladas de hierro minimalista. En el tope de lo que puede transportar un camión sin escolta ni parar la circulación  A pesar de todo se perdieron las piezas. Al darse cuenta de la pérdida se reconstruye, se dona y se premia. Algunos piensan que así se paga la donación, pero son muy mal pensados, estoy seguro.

miércoles, 6 de octubre de 2010

MUSEO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA. Contenido.

La visita se inicia bajando al estrato más bajo: Atapuerca. Museo e la Evolución Humana. Burgos.
Parecía que el Museo de la Evolución Humana iba a ser el gran escaparate de los hallazgos conseguidos en las excavaciones de Atapuerca. Las noticias de descubrimientos paleontológicos y arqueológicos que cambian muchos de los conocimientos asentados sobre el origen del hombre en Europa y sus características en las últimas décadas, la polémica establecida con otros hallazgos como los de Orce (Granada), el establecimiento de un nuevo tipo de homínido, el Homo antecessor y en último término la existencia de restos fósiles y manufacturados que permiten caracterizar el homínido anterior o los abundantes restos del Homo heidelbergensis como Miguelón (craneo nº5 de h.h.), Elvis (pelvis de h.h.) o Excalibur (bifaz de cuarcita vulgar por su forma pero muy importante por el lugar donde fue encontrado donde no hay otro objeto manufacturado similar) y otros muchos dignos de ser explicados a un curioso ignorante, demandaban un lugar donde  almacenar, estudiar, presentar, exponer y difundir semejantes tesoros
 El edificio recuerda Atapuerca, el vacío del paisaje y lo lleno de las entrañas de la tierra. Como ilustra la foto 1ª el público inicia su visita desde el estrato más bajo Atapuerca. Tras algún audiovisual que se visualiza de pie se accede a la sala de los restos fósiles. No la presento porque no se permite fotografiar. La sala tiene unas  dimensiones muy pequeñas para el contenido que ofrece (los restos que han hecho importantes los estudios realizados sobre los mismos). Los restos se montan en vitrinas alineadas y generando pasillos de estrechos que generan a su vez la visualización en fila india, retención primero , y apresuramiento después. Las piezas más importantes del museo se ven deprisa y mal a pocos visitantes que tenga. El ancho de la puerta de salida que se observa en la fotografía ratifica perfectamente lo explicado.
Evocación del Beagle y proyecciones de dibujos de Ramón y Cajal. Museo de la Evolución Humana. Burgos.
Al salir de este pequeño espacio y subir por las rampas, o por el simbolismo de la evolución, el museo cambia totalmente de tipos de contenidos, de forma de verlo y con ello de significado y finalidad. El museo se ha transformado en un centro de interpretación, pero no de los yacimientos de Atapuerca, sino de la evolución humana en su conjunto. Ya no presenta documentos museológicos, fondos de museo, sino reproducciones y evocaciones de temas, audiovisuales y proyecciones en gran cantidad y variedad. Es una presentación tridimensional de algún libro infantil que quiere conectar la evolución humana con algunos nombres previamente ya muy conocidos como es el caso de Charles Darwin y don Santiago Ramón y Cajal.
En cuanto a la disposición de materiales y objetos de contemplación el espacio abierto, es el protagonista casi rayando con lo desangelado. Destaca de forma muy agradable el diseño del mobiliario, de los soportes y de muchos complementos.
Sucesión de audiovisuales individualizados y pantallas de proyección de presentaciones informáticas. Museo de la Evolución Humana. Burgos.
Visto el museo, y a la espera de informaciones complementarias, me queda la duda de saber porqué los responsables del mismo han optado por hacer un libro espectacular de tamaño y gasto sobre un tema que se explica en 20 páginas ó 200.000, según el nivel intelectual del lector, y abandonan explicar a diferentes niveles (analfabetos científicos o doctores universitarios de paleontología) los hallazgos y, aún más importante, la trascendencia de esos hallazgos para la Humanidad ( en este punto no se admiten localismos)

sábado, 2 de octubre de 2010

MUSEO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA. Edificio.

Fachadas de los tres edificios. Museo de la Evolución Humana. Burgos.

La última gran inversión en materia museística en Castilla y León se concreta en el Museo de la Evolución Humana en Burgos. El Museo es la parte más vistosa del sistema que abarca los Yacimientos de Atapuerca, los centros de recepción de visitantes de los pueblos de Atapuerca e Ibeas de Juarros, así como sus correspondientes equipamientos didácticos y centros de interpretación. El propio museo de Burgos se organiza en tres edificios, que corresponden en cierta medida con las tres zonas clásicas de los museos: logística (edificio de oficinas, almacenes y estudios de los materiales provenientes de los yacimientos [en la fotografía el más alejado]), zona de exposición permanente (en el centro y al que se denomina propiamente Museo de la Evolución Humana) y la tercera zona de animación al público (aún en construcción y que albergará el auditorio, salas de exposiciones temporales y otros servicios)
Los tres edificios mantienen similitudes formales en el exterior, no muy distintas a las de cualquier edificio de oficinas que se precie de moderno y una diversidad funcional particularizada en sus interiores de mayor interés. En el edificio que corresponde a la zona de exposición permanente su autor, Juan Navarro Baldeweg, ha creado un prisma ocupado por el piso completo de la planta semisótano y por otras tres alturas sobre la mitad de la superficie anterior. En total 15.000 m2 de superficie con la mitad ocupados en exposición permanente y otros 2.000 con destino a actividades culturales. El resultado final es un hermoso y raro vacío de luz. El lector ya ha comprendido que Bruno Zevi nos acompaña en esta descripción. Intentaré ir de su mano.

Espacio central. Museo de la Evolución Humana. Burgos.
  El espacio geométrico está delimitado por cuatro caras-cristalera con transparencias graduables (algo debe haber influido la catedral de la ciudad) y otras dos construidas. La correspondiente al suelo se articula en cuatro grandes jardineras que permiten la presencia de especies arbóreas y vegetales en general, a la vez que indican entradas al subsuelo. Recordar el paisaje, no la forma, sino la sensación, de la zona de Atapuerca es uno de los hilos conductores. La sexta cara del prisma que nos falta son pisos en terraza donde se sitúan diversos servicios de exposición.
Para el visitante, una vez aceptada la figuración del paisaje, el vacío, el protagonista arquitectónico, aún está por definir. Levanta la vista y está perdido. Aún no hay referentes, ejes de visión, direcciones u objetos en los que ordenarse y vivenciarse. Solo está organizada la inmersión en tierra por medio de las salas situadas en semisótano recordando bajar a al estrato más bajo de la civilización, es decir, Atapuerca. Después un recorrido muy dirigido por diversas zonas de explicación e interpretación (que comentaré el próximo día) concluye en el piso más alto donde se sitúan la librería (con tendencia a la especialización científica) y una cafetería provisional. El vacío, todavía informe, sigue siendo protagonista de este museo.
3ª Planta. Librería y cafetería al fondo. Extintores en 1º término. Museo de la Evolución Humana. Burgos.
 
  He dejado para el final una de las fotografías más significativas. Las escaleras mecánicas están vacías. La toma es del 22 de Agosto de 2010 a las 17:45. Los responsables entendieron que el museo iba a ser importante y eso lo refrendaría la presencia de visitantes interesados en el conocimiento de Atapuerca, de la Evolución Humana, de la Ciencia en particular, o  de la cultura en General. Seguiré la respuesta del público a este nuevo museo e informaré de ello. Mientras, en el próximo escrito, comentaré el programa museográfico, y el discurso expositivo.
Escaleras mecánicas. Museo de la Evolución Humana. Burgos.